Ixchel Solórzano Reyes
En esta columna analizamos los hallazgos sobre las cuevas de Naj Tunich en el Departamento de Petén, Guatemala; junto con ello nos adentraremos en la importancia del encuentro histórico sobre la identidad de género de las mujeres trans y la herencia que dejan las civilizaciones mayas a su descendencia, vinculando principalmente una de las pinturas rupestres encontradas con los ritos y adoraciones de estas poblaciones respecto de la sexualidad como parte de un ejercicio natural de sus derechos, recordando a los seres duales o personas de doble espíritu que permite y respalda la identidad de género desde miles de años.
ANTIBIOGRAFÍA
Anti patriarcal, transfeminista, anticolonial, irreverente, anti Cis-tema, trabajadora sexual, libre, soberana e independiente, autónoma y reivindicadora del placer al borde, bruja y abortera.
Me gusta hacer diversas cosas que me permitan impulsarme como profesional basado en la necesidad económica de subsistir en este Cis-tema que oprime a las mujeres, ser una mujer transexual en Guatemala es complejo debido a los roles culturales asignados al nacer.30 años, estudiante de Pedagogía en Derechos Humanos en la USAC, para mí no existen los límites, estos están en la cabeza, cada día me esfuerzo para conseguir mis metas, ¡Todos los días conquisto el mundo!..
Naj Tunich: una mirada al pasado para describir la identidad de género
Naj Tunich, es un sitio arqueológico, ceremonial y de peregrinación ritual de la cultura maya, descubierto en el año 1997 por Bernabé Pop, ubicado en el Departamento de Petén, Guatemala, el 08 de febrero de 1985 se registró como parte del Parque Arqueológico de arte rupestre y a su vez Patrimonio Cultural y Natural de la Nación, en este se encontraron diversas piezas de arte plasmado por los habitantes Mayas de los cuales surgen diversas interpretaciones y de las que nos enfocaremos principalmente para abordar desde una mirada antropológica la Identidad de Género.
Previamente entenderemos los conceptos de Género e Identidad de Género desde una mirada antropológica social que permite conocer a los individuos desde sus formas organizativas y culturales, según la Organización mundial de la Salud, el Género: se refiere a los conceptos sociales de las funciones, comportamientos, actividades y atributos que cada sociedad considera apropiados para hombres y mujeres.
La identidad de género es además “La vivencia interna e individual del género tal y como cada persona la experimenta, la cual podría corresponder o no, con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo y otras experiencias de género como la adopción de la vestimenta, accesorios entre otros que las personas enteramente consideren de importancia para expresar el género con el que se sienten identificados”.
¿Pero qué tiene que ver todo esto con Naj Tunich? Nos adentraremos entonces a realizar el análisis acerca de las pinturas rupestres encontradas en este sitio arqueológico, pedimos a nuestros lectores; ser conscientes que esta columna solamente tiene como objetivo encontrar las explicaciones más próximas desde los hallazgos antropológicos de la civilización maya y la conexión con la identidad de género de las mujeres trans en Guatemala desde una opinión subjetiva, más no impositiva.
Durante el período de la invasión española a nuestros territorios, es importante recordar que hubo diversos momentos de imposición violenta y genocida que conllevaron a que los habitantes de estos territorios dejaran de un lado sus culturas y sus creencias politeístas, imponiendo el cristianismo como religión universal acompañada de la culpa, la muerte y la violencia, la cual no fue por decisión, pero nuestros lectores ya conocen la historia y quienes no; se encuentran obligados a repetirla, así que no profundizaremos para evitar caer en señalamientos etnocéntricos impositivos.
Existen diversas interpretaciones sobre estos hallazgos de Naj Tunich, que ponen en la palestra que las prácticas sexuales se daban desde la diversidad sexual y de género y que incluso eran prácticas que se consideraban ceremoniales, para estas interpretaciones se enfocan principalmente en aquellas prácticas sexuales entre personas de sexo masculino, debido a la falta de claridad y el deterioro que estas piezas permiten observar.
Se considera que las figuras masculinas que aquí se representan pertenecen a hombres, ¡pero! Es aquí donde el etnocentrismo y la mirada de género de las mujeres trans pone al debate y a la contradicción argumentada y cuestionante de cómo las mujeres diversas hemos puesto el cuerpo como primer territorio habitable y que desde el patriarcado y machismo impositivo colonialista nos ha intentado borrar de la historia en la que hemos jugado un papel protagónico.
Haciendo memoria de que los derechos sexuales y reproductivos han sido un ejercicio histórico que también ha sido negado y en diversos momentos se ha intentado borrarlos la figura principal que analizamos para esta columna es la 5, y dibujo 18 “Stone, Andrea 1991 Las pinturas y petroglifos de Naj Tunich, Petén” Del cual se hace una interpretación inicial de dos hombres, y que deja en la posibilidad que se pueda tratar de dos personas masculinas pero abre la posibilidad para que se interprete una de esas figuras como una mujer trans.
Este lugar se encuentra abierto al público por costo mínimo de Q15.00 quetzales para nacionales y Q25.00 para extranjeros existe una iniciativa reciente desde el 2020 que muestra el interés por dar protección a este lugar tan importante para las élites mayas; sin embargo, en esta iniciativa como en muchos casos las pinturas de las que aquí hablamos no se visibilizan en los portales oficiales, ni en los videos promocionales, una prueba más del conservadurismo de este país.
A lo largo de la historia de diversas culturas se muestra claramente que las mujeres trans han existido y siguen siendo respetadas por la binariedad y lo sagrado que representan, tales son los casos de las Geishas en Japón o las Muxes en México, y los Berdache (Personas de dos espíritus) Nativos Norteamericanos.
Dejamos los datos de los hallazgos para las, los y les curioses que se sientan impulsados por encontrar representaciones más cercanas a nuestras diversidades e identidades, también es un llamado más para buscar argumentos y cuestionar si nuestros valores nos están negando la vida, la memoria y la existencia; y en el caso de Naj Tunich, las pruebas materiales de que no somos “una moda”, “una enfermedad social” “una fuente de contagio de ideas foráneas”; el sitio arqueológico es una prueba material de la inclusión social verdadera que existió desde la colectividad social y diversa de la ancestralidad.
Es innegable que las poblaciones de la diversidad sexual e identidad de género también han existido y persisten en los pueblos mayas, garífunas, xinkas y ladinas/mestizas, que derivado de las desigualdades y el racismo no pueden hacerse visibles en el ejercicio de sus libertades, las representaciones evidentes permiten avanzar a la salida del anonimato, sobre todo cuando compete a las mujeres, hombres trans y personas no binarias, para quienes la expresión de nuestra identidad no son opción en todos los casos.
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Iniciativa de Protección de Naj Tunich para consulta
Declaración de Protección del Ministerio de Educación, 2020:
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