Magda Angélica García von Hoegen.
El artículo hace una revisión de aspectos relevantes contenidos en las Políticas Culturales, Deportivas y Recreativas 2015-2034 y en el Plan de Desarrollo Cultural a Largo Plazo, en relación con la labor artística en Guatemala. Asimismo, la urgente necesidad de que los colectivos y personas dedicadas al arte y la cultura en el país, conozcan a fondo estos pilares conceptuales para respaldar el fortalecimiento de su trabajo y el valor de sus aportes.
ANTIBIOGRAFÍA
Soy principalmente una partera de canciones, profundamente convencida de que el arte es una vía para sanarnos y entretejernos desde nuevas miradas. La vida también me llevó por los senderos de la academia y desde allí también abro caminos de investigación en temas como los procesos creativos y artísticos en su relación con la transformación social, individual y colectiva. El destino también me llevó a profundizar en áreas de legislación y políticas culturales; asimismo, en el rol de los colectivos artísticos en la apropiación del espacio público. También soy mamá, así que tengo un amplio comité interno con muchas "yo", con quienes siempre estamos en diálogo, conflicto, disenso y consenso... En fín... en una eterna búsqueda de la propia voz y libertad junto a quienes deseen compartir sus colores con este tejido.
Las Políticas culturales y el desarrollo cultural a largo plazo.
Una visión de futuro y una posible realidad en nuestras manos.
En el año 2020 inicié una investigación sobre la vinculación de los colectivos artísticos con la apropiación del espacio público a partir de la firma de los Acuerdos de Paz. En marzo de ese año, vino la crisis de la pandemia y como sabemos, uno de los gremios más afectados fue el artístico y también, uno de los sectores que contó con menos apoyo a nivel económico.
Al agudizarse la problemática por la falta de trabajo en las artes, la incertidumbre ante el futuro y la confusión sobre si habría o no apoyo por parte del gobierno para sobrellevar la crisis, diversos colectivos artísticos, asociaciones, sociedades de gestión colectiva y artistas a título personal empezaron a organizarse y a plantear sus demandas al Estado para ser sujetos de los apoyos gubernamentales; se llevaron a cabo varios listados para completar los requisitos de esta solicitud ante la carencia de censos nacionales que permitieran acceder a listados claros sobre quienes se dedican al arte en sus diversas disciplinas.
Ante la crisis y la incertidumbre, una de las grandes preguntas fue si existía en Guatemala alguna política rectora de la cultura en el país o un plan que respaldase al sector cultural y su desarrollo. En principio indagué con algunas personas, tanto gestores, gestoras como artistas si conocían algo al respecto y percibí un total desconocimiento; incluso desinterés sobre el tema, dado que en Guatemala en general y no solo en el ámbito de la cultura y las artes, hay una profunda desconfianza ante las instituciones del Estado y también hacia el cumplimiento de las leyes y políticas públicas.
En el contexto de mi proceso investigativo, me surgió la idea de hacer un estado de la cuestión sobre el tema de legislación y políticas públicas culturales. ¡Cuál fue mi sorpresa al encontrarme con un vasto compendio de propuestas tanto a nivel de legislación como también de la existencia de lineamientos muy bien fundamentados a nivel de política pública y planeación de país desde la dimensión cultural como pilar fundamental!
Ante esto me surgieron muchas preguntas: ¿Qué ha sucedido con estos planteamientos que se han diseñado a mediano y largo plazo? ¿Existe conocimiento profundo tanto de las políticas como de los planes en el Ministerio de Cultura y Deportes como ente rector del sector en Guatemala? ¿Por qué existe tanto desconocimiento de estos temas en las instituciones y personas involucradas en el sector cultural en el país? ¿Qué se necesita para garantizar la implementación y cumplimiento de las políticas públicas culturales en Guatemala? ¿Cómo resolver la profunda desvinculación y desconfianza de los colectivos artísticos y culturales frente a las instancias de gobierno encargadas de velar por el arte y la cultura en el país?
Comprendí que el primer punto fundamental es la profunda necesidad que tenemos de conocer cuáles son esos planteamientos a nivel de política pública cultural que respaldan nuestra existencia y labor como artistas. Solo al momento en que nos apropiemos de estas propuestas, las mismas podrán cobrar vida. Mientras la ciudadanía desconozca su existencia y contenido; mientras no nos articulemos, propongamos y demandemos su implementación, solamente serán buenas ideas planteadas en papel, pero no llegarán a concretarse en la realidad. Urge una vinculación constante y sostenida entre sectores gubernamentales, sociedad civil, colectivos artístico-culturales, iniciativa privada y alianzas estratégicas para su cumplimiento.
Hoy me quiero referir a dos grandes pilares que se crearon con el fin de brindar lineamientos para el desarrollo cultural en Guatemala: las Políticas Culturales, Deportivas y Recreativas 2015-2034 y el Plan Nacional de Desarrollo Cultural a Largo Plazo.
Todo se remonta al año 2000, cuando bajo el liderazgo de Otilia Lux de Cotí, se creó la primera propuesta de políticas culturales de Guatemala con el consenso de más de 600 personas participantes. Quiero recalcar la metodología de consulta en que estas políticas fueron creadas, puesto que, en un país tan confrontado como Guatemala, desde el ámbito de la cultura se demostró que es posible llegar a consensos si tenemos como horizonte un objetivo común. Dichas políticas fueron actualizadas en el año 2015 y publicadas en el 2016. Lo que presento ahora es una síntesis de esta versión.
En las Políticas Culturales, Deportivas y Recreativas 2015- 2034 se plantean 4 estrategias: A) Descentralización y desconcentración, desde la cual se respalda la autonomía de los municipios para crear sus propias políticas culturales en consonancia con las nacionales; su capacidad de decisión en los procesos que beneficien y fortalezcan sus propias expresiones culturales e identitarias. B) Transversalidad, que enfatiza la importancia de incluir la dimensión cultural en las políticas, planes, programas, proyectos y acciones a nivel de Estado, pero también en las instituciones autónomas, descentralizadas y de la sociedad civil. C) Protección interna e intercambio externo, referente al reconocimiento, protección y fortalecimiento de las identidades nacionales en un mundo globalizado. D) Inclusión con equidad étnica, de género y grupos de atención especial. En este apartado se indica que es necesario incluir a estos sectores de la población en los programas, políticas y acciones a nivel de Estado y sociedad civil.
Asimismo, se mencionan cuatro políticas sustantivas: A) Artes. B) Expresiones culturales tradicionales. C) Patrimonio cultural y natural. D) Deporte y recreación para el buen vivir. (Ministerio de Cultura y Deportes, 2015).
Otro pilar importante que se creó no solamente como un plan que se circunscribe al sector cultural, sino como un plan de país cuya base más importante es la cultura como motor de desarrollo y como eje vinculado a todas las dimensiones sociales en Guatemala, es el Plan Nacional de Desarrollo Cultural a Largo Plazo, que fue presentado en el año 2007 bajo el liderazgo de Enrique Matheu, entonces ministro de cultura y deportes.
En este plan se proponen 8 ámbitos de acción: 1. Jurídico. 2. De la Ciudadanía. 3. del Estado. 4. del Pensamiento. 5. Patrimonio. 6. Tiempo libre. 7. Comunicación. 8. Economía. (Ministerio de Cultura y Deportes, 2007)
La visión de este plan de país plantea como uno de sus elementos más importantes lo que denomina la “ciudadanización de las políticas culturales”, lo cual implica que es necesario que las y los miembros de los territorios hagan suyas las políticas desde procesos de participación y diálogo. Desde espacios de consulta constante y un vínculo entre autoridades y sociedad civil, las políticas cobran vida y también se fortalecen procesos de auditoría ciudadana para su implementación.
Tanto el Plan Nacional de Desarrollo Cultural a Largo Plazo como las Políticas Culturales, Deportivas y Recreativas son claros al enfatizar que el Gobierno de Guatemala debe incorporar la dimensión cultural en todos sus planes, proyectos y acciones. Esto aún no ha permeado en los diversos ámbitos de la función pública, lo cual evidencia una falencia muy fuerte en lograr algún día un verdadero desarrollo integral y sostenible en el país. Por otra parte, ambos documentos son claros al expresar que, para el necesario fortalecimiento del Ministerio de Cultura y Deportes como ente rector del desarrollo del sector cultural en Guatemala, es necesario que existan procesos de evaluación interna con temporalidad bianual y anual. Esto todavía es un desafío, ya que se cuenta con informes de gobierno, pero aún existe la necesidad de generar procesos de sistematización y evaluación profunda que permita medir resultados, analizar las acciones, determinar el rumbo de los proyectos y así poder dar seguimiento a las estrategias y esfuerzos a mediano y largo plazo. Por otro lado, tener documentos que sirvan de base para el momento en que se da el cambio de autoridades en un nuevo período gubernamental.
Creo que es importante que, como personas vinculadas a la cultura y el arte en Guatemala, conozcamos a profundidad la existencia de estos pilares vigentes para el fortalecimiento de nuestro sector. Insisto, solo en el momento en que conozcamos el respaldo en políticas públicas y la legislación nacional relacionada a nuestro quehacer, podremos presentar propuestas bien sustentadas tanto al sector de gobierno como de la sociedad civil y, sobre todo, generar acciones que dinamicen su implementación. La responsabilidad no es solo del gobierno, es de todos y todas.
Referencias:
Ministerio de Cultura y Deportes (2007). La cultura, motor del desarrollo. Plan nacional de desarrollo cultural a largo plazo. Ministerio de Cultura y Deportes.
Ministerio de Cultura y Deportes. (2016). Políticas Culturales, Deportivas y Recreativas (políticas actualizadas) 2015-2034. Guatemala: Dirección General de Desarrollo cultural y Fortalecimiento de las Culturas. Ministerio de Cultura y Deportes.