Vértebra Cultural “la columna”

El maíz, el güipil, el pincel y nuestros Derechos Culturales.

Belinda Chá

¿Qué tienen en común el maíz, el güipil, el pincel y los Derechos Culturales? Partiendo de la conexión con los elementos culturales del pueblo maya y cuestionando la discriminación sistemática que los pueblos indígenas viven por la defensa y promoción de sus prácticas culturales, indago en estrategias para la construcción de un país con apertura a la diversidad y el diálogo. Mencionando la importancia de la transformación de las culturas para el involucramiento de las juventudes, niñas y niños en la vida cultural y la identidad que les motive a la defensa de sus Derechos Culturales.

ANTIBIOGRAFÍA

Belinda Chá, maya k’iche’-poqomchi’ de 18 años, estudiante de la ECP, USAC. Aún estoy construyendo como presentarme al mundo pero en esta búsqueda constante de quién soy, he descubierto personas y actividades que me acercan a quién quiero ser. Disfruto de las conversaciones con mi madre, padre y hermana. Me inspira leer, escuchar música y podcast que me introduzcan a un mundo diferente. Me encanta el teatro y pintar todo con color rojo. No puedo cocinar bien, aunque me convenza de lo contrario, no me gusta llevar el cabello largo. Estoy orgullosa de mi valentía.


El maíz, el güipil, el pincel y nuestros Derechos Culturales.

La cultura, definirla es complicado, pues generalmente se le ha reducido a un sólo significado y esta en realidad tiene varios, según la Declaración de Friburgo “cultura” abarca los valores, las creencias, las convicciones, los idiomas, los saberes y las artes, las tradiciones, instituciones y modos de vida por medio de los cuales una persona un o grupo expresa su humanidad y los significados que da a su existencia y a su desarrollo.

 

La cultura en Guatemala responde a esta descripción, es rica y diversa, llena de color, tradiciones y costumbres, en donde cohabitan 4 pueblos, siendo estos el Maya, Xinka, Garífuna y Mestizo. El pueblo maya se divide en 22 comunidades lingüísticas que a su vez, poseen  prácticas culturales diversas. Soy maya y al pensar en mi cultura vienen a mi mente 3 elementos representativos, que para algunos pueden ser simples objetos, pero yo veo un mundo que encierran el pasado, presente, futuro de luchas y resistencia:  

 

Maíz: la cultura maya está muy conectada con este, pues además del alimento diario, es conexión con la madre naturaleza, recuerda que de ella venimos, ella es quien nos alimenta y según el Popol Vuh el material de la creación de los humanos, “para la creación del hombre se utilizaron los cuatro colores del maíz, blanco para los huesos, amarillo para los músculos, negro para los ojos y rojo para la sangre”, a su vez estos colores representan los cuatro puntos cardinales, la mazorca roja nos recuerda la salida del sol y la negra donde se oculta, cuando todo se encuentra en tranquilidad y en silencio. El camino y la sabiduría es la hermosa mazorca blanca, mientras que la amarilla simboliza la cosecha. Lo que para muchos es un simple alimento de consumo, para la cultura maya va más allá, el maíz forma parte de nuestra vida, de nuestra sabiduría.

 

Güipil: símbolo de identidad y empoderamiento, transmisora de conocimientos, de saberes, cada diseño tiene diferentes significados y plasman la historia de las grandes abuelas. El güipil abraza a la mujer para que sea ella portadora de identidad.

 

Pincel: ayuda a registrar y dar a conocer la identidad y la cultura para que esta no se pierda, ni se olvide, para que las próximas generaciones vean nuestras tradiciones y las tomen como propias. El arte nos ayuda a expresar quiénes fuimos, somos, y quiénes queremos ser, pero especialmente nos ayuda a liberarnos. Mediante el arte educamos y nos construimos. 

 

Al conocer los elementos mencionados, consideras: ¿Las personas de Guatemala valoran y respetan estos elementos de la cultura maya? Pues lamento decir que no; al contrario, lo que expresan es discriminación, desvalorización, burlas y criminalización; sobre todo a quienes buscan justicia y exigen el respeto de sus derechos humanos y culturales. La discriminación sistemática hacía los pueblos indígenas, desde la multicausalidad de la violencia, se da a partir del colonialismo, patriarcado, machismo y capitalismo, que mercantiliza los pueblos, y la vida de las mujeres indígenas. Reflejado en las desigualdades con las que el Estado atiende las necesidades de las personas en el sistema educativo, salud, empleo, entre otros; a pesar de ser la población indígena mayoritaria en Guatemala.

 

Algunos ejemplos están en como visibilizan las culturas; muertas u objetos de museo, la indumentaria maya es utilizada como disfraz durante las fiestas de “independencia” en septiembre; parte del patrimonio es utilizado como atracción turística, que más allá de colaborar con el desarrollo de las comunidades, contribuye al enriquecimiento de quienes desalojan a los pueblos de sus propios territorios para ampliar el mercado. Es una realidad que territorios pertenecientes a los pueblos originarios han sido arrebatados por el Estado y empresas privadas, condenando así a la población a la pobreza, desnutrición y falta de oportunidades, que les priva de una vida digna. 

 

¿Qué podemos hacer?, si bien, es importante legislar a favor de la cultura, para que los derechos de los pueblos y de los creadores sean respetados, y afirmar que existen legislaciones en el país que norman estos derechos; aún así, no son suficientes y existen brechas para que puedan gozar equitativamente de los mismos. Es por lo anterior que considero importante hacer una revisión de las legislaciones, partiendo del sistema educativo, cómo este imparte información sobre los pueblos originarios, sin tomar en cuenta la perspectiva indígena. Un sistema educativo que sostiene una identidad hegemónica, hace uso de la discriminación desde la educación inicial, y por lo tanto cierra las oportunidades para las personas diversas. Este proceso debe cuestionar la información que se comparte y expone, es importante que todos difundamos nuestra cultura, como la vivimos y contribuyamos a conocer más a quienes desconocen su valor. 

 

Considero que se deben crear acuerdos realizados desde los mismos pueblos, para exigir los derechos que deben ser escuchados, pues se necesita de la perspectiva de estas para dialogar sobre sus realidades y necesidades. Sé también que lograr crear leyes de esta naturaleza es un poco utópico, especialmente en Guatemala, pues no se legisla a favor de los intereses del pueblo, considerando también que diputadas y diputados pertenecientes a pueblos originarios son minoría en el mismo, a pesar de esto, no es imposible buscarlo, en un país multicultural, multilingüe y pluriétnico es una obligación. 

 

Muchas personas jóvenes que se han alejado de la cultura, lo hacen por el miedo que da reconocer la pertenencia a un pueblo indígena y sufrir discriminación, o un trato desigual; esto fortalece la desaparición de prácticas culturales importantes para los pueblos, como el idioma y el uso de la indumentaria. Por esto considero trascendental el involucramiento de las juventudes, niñas y niños en la vida cultural, en compartir la identidad que los motive a defender sus derechos y respetar los derechos de los demás. Para su incorporación a las comunidades culturales, estas deben estar abiertas al cambio, tener en cuenta que la visión de las niñas, niños y juventudes es diferente e interesante, que sus ideas pueden fortalecer y brindar elementos enriquecedores para la difusión de las prácticas culturales. 

 

Algunas juventudes se perciben a sí misma como una “decepción familiar” por no encajar o entender la cultura de sus ancestros y esto también les aleja de su identidad, así que, si las formas de pensar las tradiciones, costumbres, prácticas, artes, se adaptan y hacen más flexibles pueden abrir la oportunidad a que más jóvenes se interesen por su cultura.

 

Tenemos que ser defensores de nuestros derechos, de nuestra identidad, pues el principal villano se encuentran tan cerca; que a veces no notamos su presencia, podemos ser nosotros y nuestro miedo a recibir discriminación, a ser diferentes, tranquila/o, ese villano puede ser combatido, será  dificil al inicio, no te fuerces, ve a tu ritmo, asume tu identidad, utiliza tu indumentaria, puede ser complicado, puedes recibir discriminación, pero verás que hermosa es la vida cultural cuando estás orgullosa/o de quien eres, de tu pasado y tu presente, de los cantos de tu pueblo, de los colores de tu güipil y de las historias que tus padres te han trasmitido. La defensa de la cultura es cotidiana y ninguna acción es demasiado pequeña para la construcción de un país sin discriminación y con apertura al diálogo. 

 

El maíz, el güipil y el pincel tienen algo en común, son transmisores de cultura y de identidad, son elementos del diario uso que nos alimentan de múltiples maneras y no dejaremos que esta muera, llenaremos todos los espacios hasta ser escuchadas/os, porque la cultura maya no está muerta, ¡abracemos nuestra cultura!